Celebrando el Mes de la Historia de las Mujeres y el Día de la Mujer, estamos compartiendo las historias de cuatro mujeres argentinas que trabajan activamente por el avance de las mujeres, y han participado en programas de intercambio de la Embajada.
Angélica Carrizo Bonetto
Por Morgan Swanson
Conectar mundos—el de los negocios, del gobierno, social y geográfico, pasado y futuro—es lo que motiva a Angélica Carrizo Bonetto, participante del Programa de Liderazgo para Visitantes Internacionales (IVLP) del Departamento de Estado. Asesora de la Legislatura municipal de Ushuaia y profesora de Historia Política, Angélica participa del mundo de la política y del mundo académico. Tuvo la amabilidad de interrumpir sus ocupaciones para compartir su pasión por servir como nexo entre los dos ámbitos e inclusive más allá.
La conversación transcurrió en un pub con vista a la bahía de Ushuaia, mientras disfrutábamos de un vaso de cerveza fría de la marca local de Tierra del Fuego y el sol se escondía a la distancia detrás de las cimas de las montañas. Tierra del Fuego es la única isla de Argentina que no sólo es una provincia sino la más joven—era un territorio en 1991, y la capital provincial de Ushuaia es la ciudad y el puerto más austral del país.
Angélica llegó a Tierra del Fuego proveniente de la provincia de Córdoba y de Buenos Aires. Oriunda de Córdoba, estudió Ciencias Políticas en la Universidad Católica de Córdoba y se especializó en temas de pueblos originarios. Luego pasó un tiempo en Buenos Aires estudiando Sociología de la Cultura y hace cuatro años decidió venir a Tierra del Fuego, de donde proviene la línea materna de su familia, para probar un ritmo de vida distinto en una pequeña provincia. Como cuenta Angélica, en Tierra del Fuego todos se conocen. “¡No podés evitar encontrarte con alguien que conocés donde quiera que vayas; hasta en la verdulería!”— dice Angélica entre risas.
Angélica comenzó a trabajar como asesora de un legislador de Tierra del Fuego, ex hombre de negocios. Al término de su mandato siguió trabajando como asesora para el bloque del Frente para la Victoria. Disfrutaba su trabajo y de la proximidad con personas que vivieron la historia política de la región. Nos contó que la Constitución de Tierra del Fuego fue redactada en 1990 y que los líderes que participaron en la redacción todavía viven en el lugar. Puede preguntarles cómo tomaron ciertas decisiones o cómo resolvieron sus inquietudes sobre diferentes temas. Angélica está por embarcarse en un nuevo desafío: ser asesora del Concejo Deliberante de Ushuaia, que es la Legislatura municipal. Allí trabajará con un legislador que promueve temas como la diversidad cultural y el desarrollo sustentable, y que son subestimados con demasiada frecuencia.
Angélica también es docente en el Instituto de Educación Superior Provincial de Tierra del Fuego. Allí capacita a futuras profesoras de Historia, enseña la historia política de las instituciones y abarca temas que van desde Maquiavelo hasta personajes destacados de la historia estadounidense. La confluencia entre política y cultura fascina a Angélica. Ella disfruta el ejercicio intelectual de entender los parámetros sociales, económicos y geográficos que generan tipos de gobiernos diferentes en las diversas sociedades. “El Estado es siempre posterior”; la cultura se encontraba allí desde antes – explica Angélica.
Mientras seguimos tomando cerveza, Angélica nos da una lección rápida sobre la geografía y la cultura únicas de Tierra del Fuego, destacando la riqueza de sus recursos naturales. Su admiración por el espíritu independiente y “pionero” de la población local se trasluce en su voz, especialmente cuando habla de los primeros que llegaron a este lugar cuando la provincia aún era un territorio. Nos sigue contando como la cultura y las instituciones de Tierra del Fuego se originan en la ubicación geográfica: la provincia se sitúa en el extremo del territorio y fue ruta de navegación alternativa al canal de Panamá. También nos comentó sobre el trabajo que lleva adelante el gobierno local para desarrollar la ventaja geográfica de la región e industrias locales únicas tales como la pesca, la cría de ganado ovino y el turismo.
Angélica cree que el trabajo que realiza en la Legislatura provincial, en materia de investigación y en la docencia, contribuyó a ampliar su visión de las cosas. Su familia trabajó por mucho tiempo en el ámbito comercial y ahora ella trabaja en política. Habiendo conocido ambos mundos, su actual pasión es ayudar a las personas de estos dos ámbitos a aprender a tener una mirada holística.
Son casi las nueve de la noche y los últimos rayos de sol derriten las cimas de las montañas que rodean la bahía. ¿Qué es lo que más le gusta a Angélica de vivir acá? “¡Todo!”, es su respuesta sin dudar. Cuando le pedimos si puede ser un poco más específica, dice que disfruta caminar por los lagos y lagunas en el verano y practicar esquí de fondo en el invierno. También juega al tenis y un poco de golf.
¿Qué espera Angélica del futuro? Se ríe por la pregunta y piensa. Le gustaría algún tipo de trabajo gerencial o tal vez, algo relacionado con el sistema de educación. Sin embargo, sea lo que fuere que haga, espera seguir conectando lo público con lo privado – dos ámbitos que con frecuencia se resisten mutuamente. En un marco como el de Tierra del Fuego, donde empresas, emprendimientos y gobierno trabajan codo a codo, el mundo necesita más líderes jóvenes y activos como Angélica.