Declaraciones del Presidente Obama sobre el trágico tiroteo ocurrido en Orlando

El Presidente Obama realizó declaraciones sobre el trágico tiroteo que tuvo lugar   durante la madrugada de ayer en Orlando, Florida. Hoy, como estadounidenses, lamentamos el brutal asesinato – la horrenda masacre – de decenas de personas inocentes. Rezamos por sus familias, que buscan respuestas descorazonadamente.  Acompañamos al pueblo de Orlando, que ha sufrido un terrible atentado en su ciudad. Si bien la investigación aún se encuentra en sus estadios preliminares, sabemos lo suficiente como para afirmar que éste fue un acto de terrorismo y un acto de odio. Como estadounidenses, nos une el dolor, la afrenta y la determinación de defender a nuestro pueblo.

Acabo de finalizar una reunión con el Director de la Agencia Federal de Investigaciones (FBI), Comey, y con mis asesores en materia de seguridad interior y nacional. La Agencia Federal de Investigaciones se encuentra en el lugar dirigiendo una investigación  en colaboración con las fuerzas locales de seguridad. He dado instrucciones de que se pongan a disposición todos los recursos del gobierno federal para la investigación.

Todavía estamos recabando información sobre los hechos. Esta es una investigación abierta. No hemos llegado a una conclusión definitiva sobre las motivaciones precisas del asesino. La Agencia Federal de Investigaciones investiga apropiadamente el incidente como un acto de terrorismo. He dado instrucciones asimismo, de que no se escatimen esfuerzos para determinar cuál podría haber sido la inspiración o relación del asesino, si la hubiere, con grupos terroristas. Claramente, se trata de una persona llena de odio. En los próximos días, vamos a descubrir las razones y la manera en que esto sucedió, y vamos a llegar a donde sea nos conduzcan los hechos.

Esta mañana hablé con mi buen amigo, el Alcalde de Orlando, Buddy Dyer para transmitirle las condolencias de todo el pueblo estadounidense. Esto podría haberle ocurrido a cualquiera de nuestras comunidades. Le transmití al Alcalde Dyer que van a recibir toda la ayuda que él y el pueblo de Orlando necesiten. Como país, hoy, mañana y todos los días por venir, vamos a estar junto al pueblo de Orlando.

También manifestamos nuestra profunda gratitud a la policía y a los equipos de primeros auxilios que respondieron rápidamente en situación de peligro. Su coraje y profesionalismo salvó vidas y evitó que la matanza fuera aún peor. Es la clase de sacrificio que nuestras fuerzas de seguridad realizan todos y cada una de los días por nosotros, y nuestro agradecimiento nunca será suficiente.

Esta situación es especialmente desconsoladora para todos nuestros amigos, nuestros conciudadanos de la comunidad lesbiana, homosexual, bisexual o transgénero. El asesino eligió como blanco una discoteca en donde la gente se reunía con amigos para bailar, cantar y vivir. El lugar en donde fueron atacados es más que una discoteca, es un lugar de solidaridad y empoderamiento en donde la gente se ha reunido para concientizar, hacerse escuchar y defender sus derechos civiles.

Por ello este acto constituye un recordatorio que nos llama a reflexionar que los atentados contra cualquier ciudadano estadounidense, independientemente de la raza, grupo étnico, religión u orientación sexual, son un ataque contra todos nosotros y contra los valores fundamentales de igualdad y dignidad que nos definen como país. Asimismo, que ningún acto de odio o terrorismo nos va a hacer cambiar jamás quienes somos o los valores que nos hacen estadounidenses.

Hoy es el día del tiroteo más devastador en la historia de los Estados Unidos. Aparentemente, el tirador portaba un arma de mano y un poderoso rifle de asalto. Esta masacre nos vuelve a recordar por ende, cuan fácil es que alguien tome un arma en sus manos que le permita asesinar gente en una escuela, un lugar de culto religioso, un cine o una discoteca. Tenemos que decidir si ese es el tipo de país que queremos ser, y permanecer activamente en la inacción también es una decisión.

En las próximas horas y días, vamos a conocer a las víctimas de esta tragedia: sus caras, sus rostros, quiénes eran. La alegría que significaban para sus familias y amigos y la diferencia que hacían dentro de este mundo. Los invito a orar por ellos y por sus familias; que Dios les dé la fortaleza para soportar lo insoportable. Y que nos dé a todos nosotros la fortaleza para acompañarlos, y la fuerza y el coraje para cambiar. Necesitamos demostrar que como país, nos define más la manera en que estas personas vivían su vida que el odio de un hombre que nos despojó de su presencia.

A medida que transitamos esto juntos, seremos inspirados por los actos heroicos y desinteresados: amigos que ayudaron a amigos, se cuidaron mutuamente y salvaron vidas. Frente al odio y la violencia, vamos a querernos unos a otros. No nos vamos a rendir ante el miedo ni a volvernos unos contra otros. En vez, vamos a permanecer unidos, como estadounidenses, para proteger a nuestra gente, defender a nuestra nación y tomar medidas contra aquellas personas que representan una amenaza.

Que Dios bendiga a los estadounidenses que perdimos esta mañana. Que Dios traiga consuelo a sus familias y siga velando por este país que amamos. Gracias. El Presidente dispuso que se eleven las banderas a media asta en honor a las víctimas del atentado de Orlando.